El cuidado de las camas en general es fundamental, pero cuando se trata de personas mayores ahí ya hablamos de cosas más serias. A todos nos gusta dormir en una cama limpia, a nadie se le ocurre acostarse en una cama sucia y mal aseada, excepto que sea una persona mayor que tiene demencia senil y que no se da cuenta de esas cosas. Por desgracia en nuestro país hay mucha gente en situación de abandono, mucha gente mayor a la que nadie le hace caso y que llega a morir sola en circunstancias vergonzosas y muy tristes. Hace poco he conocido el caso de una mujer así a la que parece que el mundo le ha dado de lado, nuestras prisas, el hecho de vivir pegados a las nuevas tecnologías no nos hacen darnos cuenta de lo que padecen otras personas, gente que no sale de su casa o que cuando se mete en ella viven de una manera precaria y tercer mundista sin más.
En este sentido me parece que deberíamos estar más concienciados, nadie merece morir en esas circunstancias y mucho menos vivir, gente que no se asea porque no puede, o que no va al baño hacer sus necesidades porque simplemente no se acuerda, gente que convive con sus propias heces o gente que vive continuamente entre basura, gente que merece un final mejor y que no se si son las instituciones, los familiares o simplemente los que sepamos que eso ocurre y que podamos dar la voz de alarma. Hay gente que ya no puede vivir sola, que necesitan de cuidados y de ayuda constante, que no son autónomos en absoluto y que dependen de alguien para poder vivir, por ello es importante que muchas de las residencias que tenemos en nuestro país pusieran un poco de su parte, al igual que se encargan de comprar en resuntex.es todo el textil para geriatría incluidos los empapadores para que los ancianos disfruten de ropa y camas limpias, deberían poner unos precios más asequibles para que todo el mundo tuviera derecho a dormir en una cama limpia todas las noches, una cama en la que poder descansar y pensar que vivir sí que merece la pena. Tomar conciencia será lo que nos lleve a que haya menos abandonos de personas mayores en este país en el que si una cosa somos es generosos.
